Tras ver la mar y descartar varios sitios por el exceso de golpe y la bajamar que se avecinaba, bajamos a probar a un pesquero que tenia suficiente calado y que aguantaba bien los golpones que entraban, y a pesar de que eran muy largas las quedadas y se paraba demasiado, el agua estaba tomada y no tenia mala pinta.
Abajo, el pesquero.
Después de macizar tranquilos antes de empezar, en las primeras echadas enseguida nos dimos cuenta de que no los había.
Al de un rato bueno Ángel saco el primero, venia justo del labio.
El primero que subí yo, al echarle mano se soltó y marcho lastra abajo al agua, grrr, venia también del labio.
Alguno picaba, pero muy espaciados de tiempo, y algunos se soltaban nada mas empezar la pelea.
Al de un rato bueno saco Ángel otro, al de otro rato subí yo otro, pensé, este no se escapa, le lleve donde me encontraba que era de los pocos sitios un poco lisos donde se puede estar, y al moverse me tiro el balde de macizo con la cuchara al agua, vaya mañanita, je,je,.
Las bogas también nos hicieron de las suyas a ratos, así que decidimos dejarlo.
Abajo, las que salieron.
Eso fue todo, cuando no están no se puede hacer mas, así que a esperar hasta la siguiente.
SALUDOS.
