ABRIGARSE Y A PESCAR

El domingo por la  mañana, a pesar del frio y del agua, fuimos a intentarlo, Jon no pudo venir, pues andaba malo, esta vez vino Javi, que llevaba unos cuantos meses sin darle al corcho, y vaya día que eligió, pues tras llegar, estuvimos una hora esperando a que parase de llover, y de soplar el viento, y encima la temperatura cinco graditos.
Empezamos ya  tarde, casi en pleamar,yo en el pesquero de abajo, en Castro.

Javi empezó en este otro.

La mar estaba bastante fuerte, y aunque dejaba en las quedadas, no entraron con la pleamar, y al empezar a bajar la marea, se puso demasiado fuerte y cambiamos de sitio.
Otro que probamos.

Y en este otro, que se quedaba demasiado.

Probando en un sitio y en otro, alguna entraba, pero se hacia casi imposible pescar con la cantidad de pequeñas que había.

Con dos horas mas o menos, bajando la marea, decidimos volver al primer sitio a terminar las gambas y el poco macizo que nos quedaba, y a pesar de estar bastante fuerte, fue donde rematamos la mañana, al coger cinco seguidas, después mas pequeñas que nos dejaron sin cebo.

Abajo, el pesquero donde las cogimos.

Después de como había empezado la mañana, lloviendo y con muy mala pinta, al final hasta salio algo el sol, llegando a secar las rocas, y de la pesca, vamos, ni quejarnos, pues visto el panorama durante toda la mañana, no pensamos que acabase así.
Abajo lo conseguido.

De cebo usamos gambas, y de macizo, mazacote de anchoas.
Volver a señalar, que había muchisima pequeña, y que las que entraron, no picaban nada bien.
Hasta la próxima, saludos.